El sábado 7 de diciembre en medio de la oscuridad, se fueron encendiendo las velas, en estado de vigilia y después de un acto de reparación a Nuestro Señor en la Adoración Nocturna, fueron llegando los fieles esperando en actitud de oración el inicio de esta Misa tan hermosa y llena de mensajes y símbolos. El “Rorate Caeli” está considerado una de las más bellas y sublimes composiciones no sólo de Adviento, sino de todo el repertorio litúrgico de la historia del cristianismo.

Sus versos vienen del libro del profeta Isaías (45, 8), en que se suplica: “¡Que los cielos, desde las alturas, derramen su rocío; que las nubes hagan llover la victoria; ábrase la tierra y brote la felicidad y, al mismo tiempo, ella haga germinar la justicia! Soy yo, el Señor, la causa de todo eso”. Damos gracias por estar presentes en esta hermosa Misa y rogamos a Nuestro Señor que venga pronto en su segunda venida.

-Ricardo Macias